Desde la soleada terraza del hotel donde asisto a la transición de poder, en Mónaco, la lectura de la prensa europea solo trae melancólicas noticias: los cementerios de la Costa Azul, de Niza a Menton, están abarrotados y las cremaciones de oficio crecen de manera vertiginosa.
Sobre España, el Herald Tribune publica un artículo feroz. A juicio del matutino editado en París por el New York Times, la economía española está perdiendo fuerza, perdiendo terreno, corriendo el riesgo de un deterioro general de la situación.
El Herald Tribune cita a muchos economistas, como José Manuel Campa, Emilio Ontiveros, o Alejandra Kindelán, con un pronóstico muy similar: España se estanca y no reforma, no se moderniza, no invierte en investigación y desarrollo, cuando comienza a tener un crecimiento anémico, peligroso como síntoma.
El Herald Tribune se pregunta si España no ha comenzado a retroceder y perder terreno en la escena internacional.
—
Verbatim:
IHT, 01.04.05
Spain runs the risk of building a large economy that is not developped enough to compete in the information economy of the future.