Los franceses se tiran a la cabeza los ancianos sin recursos, en nombre de la solidaridad.
El gobierno decreta jornada de solidaridad la fiesta tradicional del lunes de Pentecostés, para buscar dinero con el que tapar los agujeros de la seguridad social, la deuda pública, los déficits del Estado.
Los sindicatos denuncian un atraco a punta de decreto. El 55 por ciento de los franceses no han trabajado, siguiendo los hábitos de la jornada festiva. Los transportes públicos funcionan poco y mal. Funcionarios, correos, hospitales, ministerios, escuelas funcionan de muy mala manera.
El verano del 2003 murieron 15.000 ancianos con pocos, modestos o nulos recursos, porque los hospitales y residencias francesas están mal adaptados para las olas de color. En recuerdo de aquella catástrofe humana, la jornada de solidaridad ha creado un nuevo motivo de división: el gobierno dice buscar dinero, pero ni las empresas ni los sindicatos tienen muy claro que la jornada de solidaridad —-trabajada pero NO cobrada—- sirva para gran cosa.
¿Cuánto cuesta a la riqueza nacional una jornada de desorganización de todos los servicios públicos?.
Muchos de los ancianos muertos el 2003, víctimas de la soledad, el abandono, la insalubridad de hospitales y residencias públicas fueron enterrados en un cementerio para suicidas, donde reposan Paul Celan y Joseph Roth, sin que nadie reconociese sus cadáveres.
Anonymous says
La solución es: Reducir a cero el dinero que el Estado pasa a la Iglesia Católica y que esta se ocupe del incienso, las oraciones, las lecturas, los sacramentos y eso, pero que a los pobres, ancianos o no, los mantenga el Estado laico.
Así en todas partes, incluída la India, de donde habría que sacar a la Orden de la Madre Teresa, y que los Indúes se ocupen de sus pobres, así los laicos no tendrán motivo alguno para financiar a ninguna comunidad católica.
Esa es la solución también para España y Zapatero, Dinero cero del Estado a la Iglesia y que a los pobres de España los mantenga la ETA y ER